"En la habitación de al lado se oyen las primeras voces. Reconoce algunas, entre ellas la de su hermano más chico y la de su prima, quien siempre introduce la misma frase cuando entra a la casa, “espléndida noche”, y lo repite aún estando el cielo sin estrellas o con una luna inmensa a punto de estallar o hasta cuando llueve con la fuerza de una noche enfurecida, como esta. Ella está sentada frente al espejo y una imagen le devuelve el lunar sobre la mejilla izquierda. Siente algo distinto, como si de pronto la lluvia rompiera los vidrios de la ventana y no pudiese mojar la alfombra. El espejo, la imita diminuta ante interminables perspectivas en las esquinas del cuarto. Los recovecos de un laberinto, piensa y le atrae la idea de estar en él. Pero sabe que en el estado en que se halla, la sensibilidad la lleva a pensar en cosas como esas. Viajar en un globo rojo, volar sin alas, cabalgar un alazán, sentir una nube sobre la palma de la mano..."
qué dibujos tan copados...
ResponderEliminarPosar para la foto
ResponderEliminar"En la habitación de al lado se oyen las primeras voces. Reconoce algunas, entre ellas la de su hermano más chico y la de su prima, quien siempre introduce la misma frase cuando entra a la casa, “espléndida noche”, y lo repite aún estando el cielo sin estrellas o con una luna inmensa a punto de estallar o hasta cuando llueve con la fuerza de una noche enfurecida, como esta.
Ella está sentada frente al espejo y una imagen le devuelve el lunar sobre la mejilla izquierda. Siente algo distinto, como si de pronto la lluvia rompiera los vidrios de la ventana y no pudiese mojar la alfombra.
El espejo, la imita diminuta ante interminables perspectivas en las esquinas del cuarto. Los recovecos de un laberinto, piensa y le atrae la idea de estar en él. Pero sabe que en el estado en que se halla, la sensibilidad la lleva a pensar en cosas como esas. Viajar en un globo rojo, volar sin alas, cabalgar un alazán, sentir una nube sobre la palma de la mano..."
continuará